En 1933, bajo la Orden Ejecutiva 6102, el presidente Roosevelt declaró ilegal que los estadounidenses poseyeran oro. La mayoría perdió el suyo de la noche a la mañana cuando el gobierno lo incautó directamente de las cajas de seguridad de sus bancos. Pero unos pocos lo vieron venir, aquellos que enterraron silenciosamente su oro debajo de la caseta del perro o lo escondieron en un lugar secreto, mantuvieron el suyo. Hoy en día, las personas que confían en los exchanges centralizados y emiten stablecoins de forma privada están repitiendo la historia. Cuando el péndulo político oscile, y siempre oscila, los mismos sistemas de monedas estables CEX y emitidos de forma privada que todos elogian ahora se convertirán en puertas de entrada controladas por IA a un infierno de 1984 peor de lo que Orwell imaginó. Se utilizarán para la confiscación digital, el control y las puntuaciones de crédito social privadas. La historia no solo rima; se repite. La próxima gran incautación no será el oro, será la cripto y la libertad digital. Es por eso que es fundamental pensar en el futuro: usar y adoptar blockchains, stablecoins y billeteras verdaderamente descentralizadas que ninguna empresa o gobierno puede controlar. Entierra una copia de las claves privadas de tu billetera criptográfica debajo de la casa del perro si también lo has hecho. Porque cuando llegue ese día, recuerda: si no controlas tus claves privadas criptográficas, no es tu cripto. @PeterSchiff @theRealKiyosaki $BTC $DGB $LTC $RVN $VTC $ZEC $XMR $DOGE